I have discovered the unfortunate (or maybe not?) event of being pretty much disconnected from the Internet. We have just learned that once we reach our maximum package kilobyte limit they shut us out and thus my husband and I have found ourselves without connection for nearly two weeks. At times it was trying especially when we needed to email to my parents or to communicate online for our jobs. But, this disconnect has offered another side of the coin to our lives: We have more time! More time to talk, listen, write, and enjoy reliving our photographs and videos. And yes (especially in my case) there is more time to sleep and rest.
What I have learned with this event is that as the saying goes when lemons come falling …make lemonade! The first time we discovered that our internet connection was slashed we were pulling our hairs wondering what to do. After we realized we had absolutely no recourse (it is crazy!! how online companies and regulations work) we were beside ourselves. But then my husband started opening his digital videos and photos and that’s when I started doing the same and that brought me to my album at Bosque San Patricio.
Bosque San Patricio is a space of peace, hidden among foliage and concrete buildings of the city. Entering a residential side street you find this space who once had a past life of military use. Now, there is abundance of plants, trees and wildlife living in this space. The silence is punctuated by the chirping of birds. While walking the paths carpeted with moss you enter a secret space where you almost feel the elves and fairies leaving their magical nooks to play with you in this enchanted grove.
Connections happen from within you and with the people around you. And this place does make you connect with yourself, with the silence, and with your partner. Bosque San Patricio has a romantic enchantment all its own.
*************************************************************************************
He descubierto el lamentable (o quizás no?) caso de encontrarnos desconectados del Internet por sorpresa. Una vez llegamos a nuestro límite máximo de kilobytes, nos niegan el acceso al Internet. Por lo tanto mi marido y yo nos hemos encontrado sin conexión durante casi dos semanas. A veces era retante especialmente cuando se necesitaba enviar correo electrónico a mis padres o para comunicarse por razones de trabajo. Pero también esta desconexión ha ofrecido otra cara de la moneda en nuestras vidas: tener más tiempo! Más tiempo para hablar, escuchar, escribir y disfrutar de revivir nuestras fotografías y vídeos. Y sí, (especialmente en mi caso) hay más tiempo para dormir y descansar.
Lo que he aprendido con este evento es que como indica el dicho, cuando caigan limones ... haz limonada! La primera vez que descubrimos que nuestra conexión del Internet se esfumaba nos encontramos jalando los pelos sin saber qué hacer. Pero luego llegamos a aceptar que estaba fuera de nuestro control y vimos que no teníamos absolutamente ningún recurso (que es una locura cómo funcionan esta compañías en línea!).
Pero entonces mi esposo comenzó a abrir sus videos y fotos digitales y fue entonces cuando empecé a hacer lo mismo y eso me trajo a mi álbum en el Bosque de San Patricio.
Bosque de San Patricio es un mundo de follaje y paz escondido entre los edificios y el concreto de la ciudad. Entrando en una callecita residencial descubres este espacio que tiempos atrás tuvo una vida pasada de uso militar. Ahora abundan las plantas, los arboles y la vida silvestre residiendo en este espacio de mucho silencio que de vez en cuando esta salpicado con el trinar de los pájaros. Caminar sus veredas alfombradas de musgo es cruzar a un espacio secreto donde te imaginas los duendes y las hadas salir de sus escondites mágicos en este encantado bosquecito.
Te puedes conectar con tu yo interior y a la vez tambien hay conecciones con la gente que te rodea. Este lugar te hace conectar con uno mismo, con el silencio, y con tu pareja haciendo al Bosque San Patricio un lugar con su encanto romántico propio.
